Las actitudes positivas ante la vida proporcionan innumerables beneficios tanto para nosotros como para los que nos rodean.
Una errónea actitud, (ausencia de saludos, sonrisas, palabras amables) diíicilmente nos conduce a la felicidad, y lo más importante, amargamos la existencia de los demás.
Cuando no se ama lo que se hace se produce la insatisfacción. Si no se da lo mejor de sí, sí no se acepta con alegria cada proyecto a realizar... en vez de ser algo placentero, será una tortura, que consuma nuestra existencia.
Si esperamos lo mejor de nosotros mismos y de los demás, será lo que atraigamos hacia nosotros. Cuando nos sentimos valorados, y los demás aprecian en nosotros cualidades que ni nos habíamos percatado poseer, nos sentimos valiosos, empezamos a trabajar desde nuestro interior transformándonos en mejores seres humanos a través de la confianza que los demás depositan en nosotros.
Una errónea actitud, (ausencia de saludos, sonrisas, palabras amables) diíicilmente nos conduce a la felicidad, y lo más importante, amargamos la existencia de los demás.
Cuando no se ama lo que se hace se produce la insatisfacción. Si no se da lo mejor de sí, sí no se acepta con alegria cada proyecto a realizar... en vez de ser algo placentero, será una tortura, que consuma nuestra existencia.
Si esperamos lo mejor de nosotros mismos y de los demás, será lo que atraigamos hacia nosotros. Cuando nos sentimos valorados, y los demás aprecian en nosotros cualidades que ni nos habíamos percatado poseer, nos sentimos valiosos, empezamos a trabajar desde nuestro interior transformándonos en mejores seres humanos a través de la confianza que los demás depositan en nosotros.
Creer en las capacidades y valores del otro hace la diferencia, tener fe y esperar siempre lo mejor de los demás es transformador.
Sonreír con el corazón nos beneficia a todos, especialmente a quien sonríe porque la vida le sonreirá.
Comprendiendo lo jocoso y a veces rídulo de nuestras actitudes tendremos los pies en la tierra e impediremos que nuestro ego se agrande y nos posea.
Trabajando la humildad desde de nuestro interior, comprenderemos y asumiremos nuestra realidad de no ser amados como pretendemos, porque nuestras expectativas fueron defraudadas. Seguir entregando nuestro amor, cariño y comprensión sin esperar nada a cambio debe ser siempre nuestro objetivo.
Trabajando la humildad desde de nuestro interior, comprenderemos y asumiremos nuestra realidad de no ser amados como pretendemos, porque nuestras expectativas fueron defraudadas. Seguir entregando nuestro amor, cariño y comprensión sin esperar nada a cambio debe ser siempre nuestro objetivo.
Las enfermedades sicosomáticas que tienen su origen en el interior, poco a poco van devastándonos tanto física como emocionalmente. Muchas de nuestras enfermedades tienen su raíz en eventos trascendentales que nos han marcado y herido profundamente.
La rabia y el enojo, entre otras, casi siempre encierran un gran dolor, una gran herida que no ha podido sanar, por eso es importante analizar y comprender que es lo que lo está causando y trabajarlo desde allí.
El sentimiento de culpa, el más nefasto y destructivo, de haber causado dolor a alguien, puede generar grandes males.
El sentimiento de culpa, el más nefasto y destructivo, de haber causado dolor a alguien, puede generar grandes males.
Muchos niños enferman ante la partida de su padre o madre, porque temen ser abandonados y en su inocencia e indefensión se culpan por ello, dado que aún no han adquirido las armas necesarias para combatirlo y comprenderlo.
Comprendernos y comprender, perdonarnos y perdonar, entre otras, es la clave para mejorar nuestra salud.
Cuando por fin se comprende que el perdón es la única salida y se ofrece sin esperar nada a cambio, la curación se produce.
Los beneficios no solo son para quien recibió el perdón, sino para el que lo da. Se experimenta más ligereza de espíritu, más felicidad y una mayor paz y armonía con una misma. Dios en su infinita sabiduría nos compensa ofreciéndonos regalos de vida, nuevas oportunidades que de otra forma no reconoceríamos.
Dando es como se recibe, perdonando es como somos perdonados, amando es como somos amados, comprendiendo es como somos comprendidos. Asumiendo las consecuencias de nuestros actos es como podemos corregir y enfrentar con valor los retos diarios, tratando de ser mejores, sembrando lo mejor que poseen nuestros corazones, amor, solidaridad, compasión, comprensión y perdón.
Es necesario encontrar a Dios en nosotros y maravillarnos ante semejante descubrimiento. "El descubrimiento de nuestra divinidad y ser uno con Dios y con todos."
Dios quiera que podamos llegar al alma de quien esté necesitado de consuelo en el momento preciso, con la palabra justa, renovando esperanzas plenas de energía.
Los beneficios no solo son para quien recibió el perdón, sino para el que lo da. Se experimenta más ligereza de espíritu, más felicidad y una mayor paz y armonía con una misma. Dios en su infinita sabiduría nos compensa ofreciéndonos regalos de vida, nuevas oportunidades que de otra forma no reconoceríamos.
Dando es como se recibe, perdonando es como somos perdonados, amando es como somos amados, comprendiendo es como somos comprendidos. Asumiendo las consecuencias de nuestros actos es como podemos corregir y enfrentar con valor los retos diarios, tratando de ser mejores, sembrando lo mejor que poseen nuestros corazones, amor, solidaridad, compasión, comprensión y perdón.
Es necesario encontrar a Dios en nosotros y maravillarnos ante semejante descubrimiento. "El descubrimiento de nuestra divinidad y ser uno con Dios y con todos."
Dios quiera que podamos llegar al alma de quien esté necesitado de consuelo en el momento preciso, con la palabra justa, renovando esperanzas plenas de energía.
Que comprendan que no están solos, que son importantes para nosotros y que su dolor también es nuestro.
Todo se puede lograr si se tiene el corazón aguerrido para luchar, se persevera con constancia y tesón , se cree firmente en que así va ser, sin caludicar ante los fracasos e impedimentos que puedan aparecer en el camino.
No hay peor lucha que la que no se hace. Es mejor perder luchando que no haberlo intentado. Así como los niños necesitan caerse mil veces para caminar, también nosotros para aprender de nuestros errores y evolucionar.
Que nadie nos diga lo que debemos o no debemos hacer, es nuestra decisión y libre albedrío. Nadie puede vivir nuestra vida, solo nosotros y nadie más. ¡¡Adelante. No nos rindamos!!
Todo se puede lograr si se tiene el corazón aguerrido para luchar, se persevera con constancia y tesón , se cree firmente en que así va ser, sin caludicar ante los fracasos e impedimentos que puedan aparecer en el camino.
No hay peor lucha que la que no se hace. Es mejor perder luchando que no haberlo intentado. Así como los niños necesitan caerse mil veces para caminar, también nosotros para aprender de nuestros errores y evolucionar.
Que nadie nos diga lo que debemos o no debemos hacer, es nuestra decisión y libre albedrío. Nadie puede vivir nuestra vida, solo nosotros y nadie más. ¡¡Adelante. No nos rindamos!!
Autora:
Lucía Uozumi.
Lucía Uozumi.
Todos los derechos de autor,
reservados.
me encanto el audio
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