Admiro la valentía y el coraje
de aquel que ante nada se amilana
con todo lucha y por vencido nunca se declara,
agotando todas las posibilidades.
Todos los días lo intenta,
aunque el mundo en su contra se ponga
y su razón le diga: «No lo hagas»
El que al amor
y a experiencias nuevas su corazón abre,
y en su interior la sonrisa clara mantiene,
al pesimismo y tristeza, la puerta cierra.
Conserva su alma de niño,
no engaña ni miente,
vulnerable se muestra.
Sin resentimientos, alegre vive.
Aunque mil tropiezos y golpes reciba,
transparente, limpia y pura su alma ofrece.
Sin temor ni prevención, sin dudas,
con alegría y tesón, cada día comienza.
Autora: Lucía Uozumi.
(Derechos Reservados)
No hay comentarios:
Publicar un comentario