¿Vivir para recordar o recordar para estar viva?




Algunos dicen que recordar es vivir... ¿será que hoy necesito vivir al recordarte o recordarte para vivir?

Llegaste tú, mi amigo de siempre... Algo tímido, algo dulce, impetuoso, aguerrido, con mil triunfos y derrotas a cuestas.

Sin querer queriendo tomaste la batuta en eso que llaman el juego del amor.

Venía tan lastimada que temí que la llama de tu pasión abrazadora me quemara, no poder controlar lo que estaba sintiendo, mi corazón acelerado... empezar a ver todo a través de los lentes nublados del amor. Perder la cordura, ser insensata, arruinar nuestra amistad... esa que para mí era tan importante. 

Por cierto, nuestros miedos más profundos siempre se hacen realidad. Hoy ya no estás, ya no somos nada, ni siquiera amigos, ni siquiera polvo de estrellas... Nuestras voces han callado para siempre.

Lucía Uozumi.

Debería estar feliz por ti


Debería no dolerme y me duele. Estar feliz porque tienes otro amor, porque alguien te besa, por qué aterrizas entre besos y estrellas, pero no es así. Me duele que no sea conmigo y en mis brazos, que ya no seamos amigos...

Constatar que tiramos por la borda tantos años de amistad sincera. Esa que construimos desde los inicios y que mantuvimos a través del tiempo, cuando te di mi corazón, te adopté y te dije que te quería con errores de ortografía y sin ellos. 

Sabías de mi renuencia a inmiscuir amistad con sentimientos y que para mí, primaba lo primero. Me aseguraste que está jamás se iba a resquebrajar, no ibas a permitir que nos pasara, y sin embargo, pasó.

Tal vez si estoy deprimida. No sé por qué, que me confirmaras que estás con ella me dolió, se me formó un nudo en la garganta y las lágrimas brotaron sin poderlas contener. 
Autora: Lucía Uozumi (D.R.)

Para vos.


Haces que mi corazón salte y mi piel se erice, que mis labios se sequen y tengan hambre de ti. Es muy fuerte este sentimiento que enerva mis sentidos, casi una locura que nubla mi razón.

Te amo a vos, como eres, con todo. Con tus dudas, tus tristezas, tus alegrías. Con tus besos que deseo, con tu música, con tu ruta y la playa para despertar en el amanecer. Quiero besarte, yo también quiero.

Me gustan tus besos lentos, deslizar las yemas de mis dedos con suavidad, con los ojos cerrados, impregnándome de ti, de tu olor, de tu esencia. Recorrer tu rostro despacio, descubriéndote, besando cada poro tuyo. Mirarte a los ojos, descubrir lo que te emociona y te hace feliz, lo que colma tus sentidos.

Si, si, quiero que me hagas el amor, toda la noche y todo el día y que me beses a la luz de la luna; me desnudes en la playa y me hagas el amor como nunca lo has hecho y me digas que me amas. ¡¡Toda la noche en la playa bajo la luna... desnudos, amándonos con total entrega, sin reservas, sin tabúes...!!
Me gusta que me tengas aprisionada entre tus brazos, me ataques con tus besos, que te guste hacernos el amor, reír juntos y hacer locuras.

Llévame contigo ahora, quiero tu saliva en mi piel, oler a ti; besos lentos, muy lentos... Eso deseo, que me digas que me has esperado, quiero llenarme de ti... Que inundes mi vientre de estrellas.

Te amo.

Autora:
Lucía Uozumi. (D.R.)


La nieve de mi alma.



Fue entonces, cuando escuche la voz de Dios que me decía que era la única forma, que no había otra salida... como posesa empeñe cada una de mis fuerzas, y me embarque en ese viaje sin retorno. Aposté a todo o nada, ya no tenía nada que perder. 

Han pasado los años, ya no somos los mismos, tú seguiste sin mí y yo sin ti. Mis alas se esfumaron, mi voz  enmudeció y la nieve cubrió cada espacio de mí. 


Cómo por arte de magia el invierno dio paso a la primavera, las flores de mi alma renacieron y de nuevo volví a creer en mí, en la vida que brinda nuevas oportunidades, nuevos comienzos...

Hoy nuestros destinos no convergen, tú tomaste decisiones que no me incluyen y yo tomé las mías, donde no estás, donde somos completos desconocidos, cuando antes fuimos todo y nada, y la nada y todo al mismo tiempo.

Y llegó otro amor, otra ilusión... creí y me entregué con cada fibra de mí ser, para darme cuenta que ese amor, tenía miedo de ser el amor. Me volví a quebrar, por haber vuelto a confiar en alguien ajeno a mí. 

Qué difícil es  decir adiós y aceptar que esa persona es feliz sin nosotros, que no nos extraña, que no le importamos.

Dicen que cuando una  llora, no llora por alguien más que por una misma. 

Me siento bendecida





Estoy tan feliz y agradecida.
Acabo de terminar mi segunda sesión del Mastermind del libro Piense y hágase rico y fue fabuloso.
Me encantó la energía que se creó entre los integrantes del grupo y las cosas maravillosas que están surgiendo.
Nuevos Participantes se unieron y para que todos vayan la par, decidí dar una sesión de nivelamiento, el lunes de la próxima semana a las trece horas de España, seis de la mañana de México, siete horas de Colombia y Perú y 21 horas de Japón.
Lo que mas me gusta, me llena de felicidad y agradecimiento es ver los resultados de mis alumnos. También debo de reconocer que soy muy dedicada, perseverante, constante, disciplinada y me esfuerzo para que las personas que confían en mi, obtengan los resultados que se proponen alcanzar.
He tenido la fortuna de poder hacer la diferencia en la vida de mas de 120 personas que han estudiado conmigo en este último año. Solo puedo decir, gracias, gracias, gracias. Dios quiera y me permita poder ayudar a otros a conseguir los sueños y los míos.
He crecido y aprendido con cada persona que tuve la suerte de coincidir en estos Mastermind. 
Gracias a todos y cada uno. 
Me siento muy feliz y muy bendecida.

Un gran, gran abrazo.

UN PÁJARO Y UN ÁNGEL



Hoy quiero compartirles algo que llegó a mí a través de la red. Esto y otras cosas hicieron que reflexionara sobre como somos los seres humanos, un poco conflictivos y nunca conformes, aunque el estado del ser es buscar la expansión y el crecimiento. 

Todos los grandes pensadores de la historia han estado de acuerdo en algo, en que somos lo que pensamos. Traigo a colación las enseñanzas de Thomas Troward a su discípula  Genevieve Behred en 1921, que al igual que James Allen, y Charles F. Haanel, dicen, palabras más palabras menos:  "Así como un hombre piensa en su corazón, así es él" y no se están refiriendo a la impresión que damos de cara al público, incluso a nuestros allegados que creen conocernos, sino como somos y pensamos en la intimidad de nuestro ser. Esos pensamientos que nadie escucha y mucho menos puede percibir porque son nuestros.  

La importancia de observar y vigilar nuestros pensamientos porque las semillas que sembremos en nuestra mente florecen y dan frutos, depende de nosotros que cosecha queremos recibir.  También observar en que frecuencia queremos vivir. 

El devenir diario nos enfrenta a retos y es nuestra actitud la que hace la diferencia. Tirar balones fuera o asumir con valor, autocompadecernos o apreciar el lado positivo de cada situación que se nos presente. 

El permanente estado de fe y gratitud es el que hace la diferencia y nos conecta con la fuente absoluta de todas las posibilidades. 
Tener fe en nosotros, en nuestro potencial infinito, en nuestras capacidades ilimitadas. 

¿Cómo veo mi vida hoy? ¿Estoy agradecida o me siento victima de las circunstancias? ¿Culpo a los demás de todo lo que me pasa? 

¿Me siento infeliz o he aprendido que la felicidad está y solo depende de mí, y nadie me la puede dar, a no ser yo misma? 

¿ He comprendido que el estado de paz, tranquilidad interior, solo lo puedo obtener cuando me centro, cuando observo, vigilo mis pensamientos e imprimo pensamientos correctos a mi mente?

Cuando cultivo el jardín de mi mente con esmero, cuando me impongo crecer y ser un mejor ser humano. Cuando tomo las riendas de  mi ser y dejo que lo mejor de mí, se exprese.

Ahora si les comparto lo que les prometí.

Había un pájaro que vivía en el desierto; muy enfermo, sin plumas, nada para comer, beber y sin refugio para vivir; maldiciendo su vida, día y noche.

Un día, un Ángel estaba cruzando desde ese desierto, y el pájaro detuvo al Ángel y preguntó  ¿a dónde vas? el Ángel respondió Voy a encontrarme con Dios.

Así que el pájaro le pidió al ángel que por favor le preguntase a Dios cuándo terminaría su sufrimiento. El Ángel le dijo por supuesto!, lo haré el Ángel se despidió del pájaro.  

Al llegar al lugar de Dios le compartió el mensaje del pájaro. Ángel le contó su patética condición y preguntó cuándo terminaría su sufrimiento. Dios respondió: En las próximas siete vidas el pájaro tiene que sufrir así; ninguna felicidad hasta entonces".

El Ángel le respondió que cuando el pájaro oyera esto, se desanimaría. Entonces le pregunto si podría sugerir alguna solución para esto.

Dios le respondió: Dile que recite este mantra: Gracias Dios por todo—.

Ángel volvió a encontrar al pájaro y le entregó el mensaje de Dios.

Después de siete días, el Ángel pasó de nuevo por el mismo camino y vio que el pájaro estaba tan feliz; las plumas habían crecido en su cuerpo, una pequeña planta creció en la zona desértica, un pequeño estanque de agua también estaba allí, el pájaro estaba cantando y bailando alegremente. El Ángel estaba asombrado de cómo sucedió esto: "Dios dijo que por siete vidas, no habría felicidad para el pájaro" ... con esta pregunta en mente, fue a visitar a Dios.

El Ángel preguntó y Dios respondió: Sí, estaba escrito que no habría felicidad para el pájaro por siete vidas, pero debido a que  el pájaro estaba recitando el mantra "Gracias a Dios por todo" en cada situación.

Cuando el pájaro cayó sobre la arena caliente, dijo "gracias a Dios por todo"; cuando no podía volar, dijo "gracias a Dios por todo", así que sea cual sea la situación, el pájaro siguió repitiendo "Gracias a Dios por todo" Y por lo tanto el karma de los siete tiempos de vida se disolvió en siete días". 

Fe y gratitud, hace la diferencia.





DESPUÉS DE TANTO TIEMPO




Hoy, después de tanto tiempo, resurgieron mis ansias de escribir, tenues y tímidas. Ideas escurridizas que no pude atrapar en el instante aquel, cuando tomar un lápiz y un papel era casi una tarea menos que imposible.

Percibo a lo lejos el canto de los grillos y el parpadear de las luciérnagas. El viento se cuela con libertad haciendo danzar en un suave vaivén las cortinas azules de mi habitación. La luna… ¿La luna habrá salido?

Me incorporo, retiro mi portátil y me asomo por la ventana. No, es noche oscura, cerrada. Dudo, decido inspeccionar más de cerca. Ni sombra de ella, ni una estrella se asoma. Sin embargo, me siento bendecida, en otros sitios del país, el tifón está dejando estragos; mi corazón se encoje al rememorar las imágenes de lo que está sucediendo.

Divago mientras espero, estoy en paz. Sé que todo es perfecto y tiene su razón de ser, obedece a un plan divino. Por fin, me permito un tiempo para mí, para plasmar mis sentimientos, para dejar que mi alma encuentre un medio para expresarse, solo depende de mí, permitirle alzar el vuelo.

Quiero sentir de nuevo esa alegría desbordante en el pecho, como cuando terminaba de escribir un relato, una poesía, un pensamiento y le daba a la tecla publicar y dejaba que se la llevara el viento, que retomara vuelo, que cumpliera su destino.

Creciendo juntos

Hoy 10 de mayo a las 21 horas de Argentina, 19 horas de México y Colombia 
inicia Creciendo Juntos.
Si deseas ser parte de esta iniciativa, envíame un 
whatsapp al +817041346697

NUEVO MASTERMIND



El próximo domingo 29 y lunes 30 de enero a las 13 horas de España, 21 horas de Japón, 9 horas de Argentina, 7 horas de México y Colombia inicio un nuevo Mastermind del libro Piense y hágase rico, tengo cupos limitados. Si estás interesado y comprometido, contácteme ya sea por este medio, a mi buzón de contacto, o de Facebook o a mi correo: lucia106@gmail.com para reservarte un espacio.